La flexibilidad se cultiva aprendiendo a estar hacia dentro.

La naturaleza nos da muchos ejemplos de casi todo. Y de flexibilidad lo podemos encontrar en el bambú. Esta foto la tomé el verano pasado. Justo después del confinamiento.  Toqué su tronco y me di cuenta de que no parecía tan resistente. Y me pregunté ¿Cómo lo hace para resistir tempestades? Y enseguida miré hacia abajo y pensé en sus raíces. Mi curiosidad me pudo e indagué.

El bambú tarda más de 7 años en germinar, en preparar sus raíces para salir al exterior. Una vez que sale, ya es imparable y crece a ritmo vertiginoso. Los entendidos dicen que crecen casi un metro al día. Pero insisto, primero prepara sus raíces. Y eso requiere estar hacia dentro. Recogerse. Aunque no sea visto, ni nadie sepa que está ahí.

Qué metáfora más bonita, ¿verdad? Primero, recogerse y preparar unas grandes raíces que sean las que sostengan los vientos de fuera.

Y es que el secreto de la flexibilidad del bambú está en sus raíces, no en su tallo.

Y las raíces tienen que ver con los pilares que sostienen nuestro día a día. Y esos pilares, son nuestros valores.

¿Cómo cultivas tus raíces para poder ser flexible y resistir ante la adversidad?

Quizá podamos poner en práctica estas 7 ideas que nos da el bambú:

  1. Cultiva el silencio, ahí nacen las mejores respuestas.
  2. Sé paciente, la luz llegará aunque ahora no la veas.
  3. Recuerda que eres tierra y necesitas nutrirte de forma sana.
  4. Cuando sea la hora de salir a la luz, lo sabrás: Mira hacia arriba.
  5. Crece, crece y crece sin parar y sin miedo. Es un derecho.
  6. Cuando vengan vientos, baila con ellos pero recuerda tus raíces.
  7. El bambú puede ser bosque o sólo uno. Y ambos sobreviven.
  8. Si le cortan una rama, se regenera. No se muere.
Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *