¿Qué nos impide finalizar lo que empezamos?
Puede ser sobrecarga, distracciones, falta de amor propio, exceso de perfeccionismo, expectativas irrealistas…
Sea lo que sea, cuando no terminamos las cosas, nos vinculamos energéticamente a ellas. Poner término es ayudar a la energía a transformarse.
Cuando finalizamos damos espacio para nuevas ideas y proyectos, damos lugar a lo que puede llegar.
Entonces… ¿Qué hay que hacer para terminar lo que empezamos?
¡Hacerlo y punto!