La resiliencia es inherente al ser humano, no hemos de entrenarla sino recordarla. Es nuestra capacidad de resistir y mantenernos en pie ante todo lo que nos venga, la capacidad de volver a nuestro estado inicial.
Para poder resistir debe haber un equilibrio entre la contracción y la relajación, entre el estrés y la calma… Para poder sostenernos es necesario ir hacia dentro, tanto como hacia fuera. Un equilibrio entre el hacer y el ser.
Hay dos caminos para conectarnos con nuestra capacidad para resistir:
- El poder de las creencias y el discurso.
- Alternar períodos de estrés y relajación.
SOMOS RESILIENTES POR NATURALEZA.