En Línea Directa Aseguradora: formación en valores

 

Crecer es una de las necesidades inherentes a la existencia del ser humano. Es valorar y valorarnos; tomar decisiones con el compromiso de saber qué hacemos en cada momento; tener el arrojo para actuar conforme a nuestra voluntad. Crecer es reconocer lo que nos complementa y negar todo lo superfluo; es admitir nuestras equivocaciones y estar dispuestos a aprender de ellas.

Ser mejor persona, sentirnos bien con nosotros mismos, es una meta que deberíamos perseguir cada día. Pero cuando entramos en decadencia moral, en esa decadencia que desordena nuestra conducta, perdemos todos los valores que nos conducen hasta los objetivos que un día nos marcamos.

Desde el ámbito del management, se debería entender la imposibilidad de la gestión eficaz sin la concurrencia de esos valores como código moral de comportamientos. Indudablemente, la técnica, las competencias y las habilidades importan, pero importan aún más las emociones y los valores. Liderar personas y proyectos es gestionar emociones y mostrar valores. Todos ellos se plasman en conductas. Y con ellas llegan los resultados. El camino elegido para alcanzar esos resultados no es neutro. Cuando nos obsesiona el “qué” e ignoramos el “cómo”, perdemos el camino.

Durante varios meses hemos acompañado a un equipo de profesionales de Línea Directa Aseguradora -directivos y coordinadores de equipos- en ese arduo camino para LiDerAr en valores, para crear modelos directivos que sirvan de marco de referencia en el desempeño de su liderazgo. Porque liderar es un ejercicio de responsabilidad que te permite dar respuesta al ‘seré capaz’, al ‘qué va a pasar’ y al ‘qué dirán’. Es sentir confianza y estar abierto a lo que pueda ocurrir, y tener el coraje, la fuerza y el valor para afrontar cualquier desafío.

Llegamos al final de este camino con la satisfacción de haber llevado a cabo un intenso e inmenso programa de interiorización; de reconocimiento de errores; de toma de decisiones, a veces equivocadas, pero a veces valientes. Hemos llegado al final con un tejido sólido de relaciones que, sin duda, darán más sentido y coherencia a la organización. Porque esos valores aprehendidos son aquellas cosas a las que, personalmente, damos importancia, en las que creemos y en las que invertimos nuestro tiempo. Corporativamente, valores es todo aquello en lo que invierte la organización para conseguir resultados sostenibles en el tiempo. ¿Cuánto empleas en tu crecimiento? Y tu empresa, ¿cuánto emplea en crear modelos de liderazgo basados en valores?

 

2 comentarios
  1. Muy interesante.
    Brillante como siempre querido José ;Manuel.
    Un abrazo
    M.A. Alonso

    1. Muchísimas gracias por tu comentario, Miguel Ángel. Recibe de parte de todo el equipo de Éthica un fuerte abrazo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *